El ladrillazo no es nuevo
LA CULTURA DEL LADRILLO
El mayor pelotazo inmobiliario. Cuando los holandeses llegaron a Nueva Amsterdam (luego Nueva York), se toparon con que habían llegado antes los indios, asentados en lo que hoy es Manhattan.
No tardaron mucho en echarlos. Entusiasmados con las sedas holandesas, cambiaron Manhattan
por unos cuantos pavos. Al cambio de entonces, no más de 40 dólares.
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