lunes, 7 de mayo de 2012


La respiraci�n es la funci�n fundamental de la
materia viva, caracterizada por la absorci�n de
ox�geno y la eliminaci�n de productos de oxidaci�n,
especialmente anh�drido carb�nico.
La respiraci�n se hace a trav�s de varias funciones
y de diversas partes del cuerpo, como la abdominal,
la artificial, la cut�nea, la pulmonar, etc.
EJERCICIOS DE RESPIRACI�N
Lev�ntese quince minutos antes de lo acostumbrado. Emplee
�ntegramente ese tiempo en su ejercicio de respiraci�n, que ser�
su primera inyecci�n espiritual del d�a.
Sit�ese al aire libre o, al menos, frente a una ventana abierta.
Cuide que sus fosas nasales est�n limpias para que no impidan o
entorpezcan la respiraci�n.
De pie. El cuerpo recto. Juntos los pies, los brazos descolgados.
Extienda todos los dedos de la mano derecha y con el pulgar
cierre la ventana de la nariz, de manera que
impida el paso del aire. Aspire aire por la
ventana izquierda, lenta y largamente, en mientras tiene tapado el izquierdo con un dedo. La exhalaci�n
completa debe durar el tiempo que le tome contar mentalmente
hasta diez.
Invierta el ejercicio. Es decir: cierre con
un dedo el orificio izquierdo, aspirando
por la derecha mientras cuenta hasta
ocho. Tape con un dedo el derecho y
exhale por la izquierda mientras cuenta
hasta diez.
Realice un total de cinco ejercicios por
cada fosa nasal. En cada pr�ctica puede ir paulatinamente aumentando
el control de la retenci�n de aire. En otras palabras,
contando primero hasta diez, despu�s hasta once, luego hasta
doce, hasta trece, etc. Todo debe hacerse con naturalidad. El
conteo no implica una acci�n matem�tica: se trata de una gu�a
para realizar bien el ejercicio.
Cuando sus pulmones est�n llenos de aire,
efect�e un juego imaginativo: haga de
cuenta que realiza un enjuague interno.
Para ayudarse, piense que el aire hace el rol
del agua en el enjuague y que limpia por doquiera
que pasa.
Contraer y expandir el abdomen le facilitar�
esta acci�n imaginativa.
Cada vez que retenga el aire, cuide que el aliento
no sea contenido utilizando los m�sculos de
su garganta: a cambio, extienda los m�sculos
del pecho y lleve conscientemente el aire hacia
el diafragma o el plexo solar. Basta un ligero
acto de voluntad e imaginaci�n. Es a�adido utilizar
la garganta como si fuera un tap�n.
No permita que el ejercicio se mecanice. Acomp��elo
de vitalidad mental. Encuentre alegr�a en hacerlo. Pien
forma r�tmica y contando mentalmente hasta
ocho.
Exhale todo el aire de los pulmones, expeli�ndolo
por el orificio derecho de su nariz,� �Ƶ�y�`R�

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