domingo, 20 de mayo de 2012

EL ZODIACO TAURO


                                 TAURO        

                                                                                                                                                                                               Como reconocer a Tauro



Un trotamundos amigo m�o, que ha estado en todas partes por lo menos dos veces, me cont� que
jam�s olvidar� su primer viaje en barco al sur de Espa�a. Un d�a, mientras estaba en cubierta admirando el
paisaje, se perfil� a la distancia una enorme masa de roca que se elevaba s�lida y gradualmente del brillante
azul del Mediterr�neo, <<�Mirad, el pe��n de Gibraltar!>>, grit� alguien en el barco. Debidamente impresionado,
mi amigo tom� una instant�nea para mostrar a los amigos y despu�s, volvi�ndose a un adolescente
aburrido que ocupaba la silla de cubierta inmediata a la suya, dio cauce a su vena po�tica. <<�No es una
maravilla? �coment�. Toneladas de agua lo est�n ba�ando desde hace siglos, las tormentas lo han azotado,
lo han atacado los ej�rcitos, las civilizaciones han surgido y se han eclipsado, pero el pe��n sigue all�.
Nada lo cambia ni es capaz de hacerlo mover>>. <<Si�bostez� el chico�. Me recuerda a mi padre>>.
Su padre hab�a nacido en mayo. Y de esa manera se reconoce a Tauro, el Toro. Los lugares mas
adecuados para buscarlo ser�n una granja, un banco o una agencia inmobiliaria, pero tambi�n se le puede
encontrar pastando en otras praderas. Hay Tauros ingenieros, estrellas de cine, oficinistas, jardineros, reyes
y reinas, deshollinadores, carniceros, panaderos y fabricantes de velas. Pero el Toro se caracteriza siempre
por su actitud fuerte y silenciosa. Hasta que no llegue uno a conocerle un poco a fondo, sus monos�labos
mas largos ser�n probablemente <<Si>>, <<No>>, <<Gracias>>, <<Hasta luego>>, y frecuentemente
<<Aja>>, como sustituto de <<No>>. Si al nacer tuvo fuerte influencia de G�minis, Aries o Sagitario, es
posible que sea un poco mas garrulo y camine con mas flexibilidad, pero el Toro t�pico es preferentemente
lento en el movimiento y parco en el hablar.
Como Gibraltar, es s�1ido y firme y nada altera su tranquilidad. Se le puede arrojar agua encima o
encenderle fuego entre los pies. Se le puede golpear el pecho con los pu�os cerrados, clavarle el fuego de
miradas hipn�ticas o gritarle a voz en grito: Tauro no se mover� un cent�metro. Una vez tomada su posici�n,
se cruza tranquilamente de brazos y se sienta sobre los talones. Exhibe un ment�n bastante prominente,
dilata las narices, echa atr�s las orejas... y t� te aguantas.
Es raro que el Toro se lance a atropellar a alguien. Lo que quiere es simplemente que le dejen solo.
No le molestes y se sentir� satisfecho. Presi�nale y se mostrar� obstinado. Emp�jale demasiado, fast�diale
en exceso, y prep�rate entonces para una furia violenta. Es capaz de aguantar durante meses y a�os, exhibiendo
un dominio y un control perfectos, aspirando la fragancia de las flores y haciendo caso omiso del
nervioso bullicio que le rodea. Hasta que alg�n d�a inesperado un imprudente le ponga una pajita de mas
sobre los anchos lomos. Entonces bufar�, empezar� a ara�ar la tierra, entornar� los ojos... y se lanzar� a la
carga. �Ap�rtate del camino con toda la rapidez que puedas y corre para salvar la vida! La irascibilidad taurina
rara vez se despliega de manera impulsiva, pero cuando el Toro se enfurece es capaz de destruir todo
lo que encuentra en su camino, aunque sea un Escorpio. Pero destruir no es la palabra; demoler habr�a que
decir m�s bien. Y puede pasar un tiempo antes de que se deposite de nuevo el polvo y vuelva a reinar la
paz. Hay Tauros con tanta capacidad de control que en toda su vida no cargan mas que una o dos veces.
Hasta los de genio mas vivo apenas si estallan un par de veces al a�o, y ya es mucho. Con todo, es mejor
tener presente que, por lo general, Tauro no se enoja o fastidia s�lo un poquito. Si el incidente es lo bastante
importante como para quebrantar la normal placidez de sus emociones, lo que hay que esperar no es un
enojo cualquiera, sino una furia ciega.

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