lunes, 6 de febrero de 2012
Algunas personas pueden pensar queactividades intelectuales no es de
ning�n valor, dado que, piensan ellos,
los procesos mentales no pueden ser
controlados por medio de la qu�mica.
Esta creencia, bastante arraigada en
nuestra cultura occidental, cuyo
fundamento es la uni�n de
platonismo y cristianismo, puede
no ser m�s que un error hist�rico, y el
plantearse las relaciones mentecuerpo
tan s�lo un pseudoproblema
alimentado por nuestro lenguaje
cotidiano, que distingue entre
entidades y sucesos f�sicos por un
lado, y mentales (o espirituales) por
otro. El mero hecho de decir "mi
cuerpo....." parece dar a entender que
somos alguien que posee un cuerpo,
cuando la experiencia cotidiana
parece indicarnos que somos un
cuerpo.
Perm�tanme hablar un poco de
filosof�a. Plat�n fue quien, recogiendo
las tradiciones de las sectas
esot�ricas, populariz� el concepto de
alma inmaterial, en el siglo -V. El
cristianismo antiguo, igual que su
origen, el juda�smo, no cre�a en
ning�n tipo de entidad incorp�rea.
Fue Agust�n de Hipona, el segundo
padre de la Iglesia Cat�lica en orden
de importancia despu�s de Tom�s de
Aquino, quien, por su filiaci�n
neoplat�nica antes de convertirse al
cristianismo, introdujo en esta religi�n
la idea de un alma inmaterial, ya en
los siglos IV y V. En el Nuevo
Testamento, siempre que se trate de
una traducci�n no demasiado
manipulada, no se habla en ning�n
momento de alma.
En el siglo XVII, Descartes, quien
hab�a estudiado en un colegio de
agustinos, habl� de la existencia de
dos entidades en el ser humano: la
mente, inmaterial, y el cuerpo,
material. Aparece as� la concepci�n
del ser humano como un compuesto
de un cuerpo totalmente semejante a
una m�quina, dentro del cual existe
una mente, inmaterial, creada por el
dios cristiano. Es una forma de ver al
hombre que se sigue teniendo hoy
d�a. As� naci� el dualismo (mentecuerpo,
alma-cuerpo o esp�ritumateria,
seg�n se quiera) hoy d�a
presente en nuestra cultura, en
nuestra ciencia, en nuestra filosof�a,
en el sentido com�n y en las cabezas
de casi todos los occidentales. Por
eso, la mayor�a, habiendo recibido
una educaci�n cristiana, o por lo
menos con la impregnaci�n de
cristianismo que tiene toda nuestra
cultura, duda de que un producto
qu�mico pueda influir en un proceso
mental. La realidad es que el concepto
de mente puede no ser m�s que un
error filos�fico-religioso que ha hecho
historia y que la mayor�a de las
personas creen ciegamente, tal y
como sucede con todas las ideas
religiosas.
Las neurociencias han avanzado
much�simo en los �ltimos a�os, y est�
comprobado que nuestra conducta,
nuestras emociones y nuestros
pensamientos son controlados por
unas sustancias llamadas
neurotransmisores. Su mayor o
menor concentraci�n en el cerebro, y
su mejor o peor funcionamiento,
implica contar con un mejor o peor
estado de �nimo y con una mejor o
peor actividad intelectual. Los
fundamentos del dopaje intelectual (o
cerebral) parten del control de estos
neurotransmisores.
Existe la opci�n de mejorar la
neurotransmisi�n por medio de
sustancias naturales, no perjudiciales
para la salud. Un ejemplo de mejora
de la neurotransmisi�n es la toma de
antidepresivos para aumentar el
tiempo que est�n en contacto ciertos
neurotransmisores con sus
receptores. La mayor�a de las veces
ese neurotransmisor es la serotonina,
la encargada de estabilizarnos. Pero
los antidepresivos, algunos de los
cuales se utilizan para mejorar el
http://www.hechiceros.net
Drogas inteligentes. http://www.drogasinteligentes.com
� Juan Carlos Ruiz Franco & Hechiceros del Tablero 2002 7
rendimiento intelectual, y est�n
prohibidos por ello por el COI (por
ejemplo, el amineptino, el cual
aumenta el tiempo de contacto de la
dopamina con sus receptores, con lo
que se consigue un estado de euforia,
de agresividad, de ganas de luchar)
tienen todos efectos secundarios.
La opci�n que aqu� planteamos, y tal
es el objetivo de nuestra informaci�n,
es usar otro tipo de productos que
mejoren los procesos intelectuales con
m�todos no agresivos para el
organismo. Despu�s de recibir la
informaci�n, cada uno har� lo que
crea m�s conveniente, pero lo que no
se puede es adoptar la t�ctica del
avestruz y esconder la cabeza ante
todos los avances cient�ficos s�lo
porque nos escandalizan moralmente.
Siempre habr� sujetos que tengan esa
informaci�n y que la usen en su
propio beneficio. Y si los dem�s no la
tienen, competir�n en inferioridad de
condiciones.
6. Las mejores sustancias
para el cerebro
Seguiremos tratando el tema poco a
poco en varias entregas y de manera
detallada en la edici�n del libro que
hemos mencionado. Ahora nos
limitaremos a se�alar las que John
Morgentaler, uno de los gur�s del
movimiento de las drogas
inteligentes, y coautor de las
publicaciones Smart Drugs y Smart
Drugs II, cita como mejores
sustancias nootr�picas.
Personalmente har�a algunos cambios
en esta lista. El mayor problema con
que nos encontramos los abanderados
de esta causa es que hay pocos
ensayos fiables, puesto que los
laboratorios y marcas farmac�uticas
est�n m�s interesados en investigar y
promover las sustancias que recetan
los m�dicos, es decir, las drogas
oficiales. Adem�s, de estos productos
no puede haber patente ya que se
trata de sustancias que existen en la
naturaleza, as� que no hay tanto
inter�s comercial por estudiar algo
que no puede tener copyright como
por mol�culas de s�ntesis con patente
exclusiva que reporten ping�es
beneficios.
Acetil-L-Carnitina
Es un amino�cido natural que tiene
gran diversidad de efectos sobre
varios �rganos del cuerpo. Ejerce
efectos beneficiosos sobre la
depresi�n y protege las neuronas.
Tambi�n tiene un efecto
antienvejecimiento. Mejora el
metabolismo celular, la memoria, el
tiempo de reacci�n y otras funciones
cognitivas. Se puede encontrar en
herbolarios, tiendas de diet�tica y
establecimientos de suplementos para
deportistas.
DHEA
Es una hormona esteroidea producida
por la gl�ndula adrenal. Se trata del
esteroide m�s abundante en el
torrente sangu�neo. Sirve para luchar
contra la obesidad. Produce
importantes mejoras cognitivas y
tiene un efecto anti-envejecimiento.
Se puede adquirir en los mismos
comercios citados anteriormente.
Ginkgo Biloba
Mejora muchas funciones cerebrales,
incluyendo memoria, atenci�n y
concentraci�n. Se puede encontrar en
farmacias, con el nombre comercial
de Tanakene.
Fosfatidilserina
Nutre las membranas celulares del
cerebro y es a la vez un componente���T�I
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