sábado, 22 de diciembre de 2012
testimonios y
los documentos de que disponemos,
es siempre un poco mas
complicada y no deja de reunir
elementos de ambas versiones,
aparentemente contrapuestas.
El caso de Mesas de Ibor nos
sirve para ilustrarlo. El Gacho
no asalto el pueblo en el marco
de ninguna accion que obedeciera
a consideraciones tacticas
o estrategicas dentro de la lucha
militar contra la dictadura. Lo
hizo porque los guardias del
pueblo le habian confiscado la
escopeta a su hermano menor,
cazador furtivo. Su objetivo
principal era demostrar su
poder (hizo que sus guerrilleros
desfilaran por el pueblo cantando
La Internacional), amen de
humillar, desarmandolos y despojandolos
del uniforme, a los
agentes que en su parecer
habian vejado antes a su hermaperiodo,
Camilo Alonso Vega,
antiguo companero de Franco
en los tiempos fundacionales de
la Legion y ferreo espoleador de
sus hombres.
CRUELDAD
Pero tambien entre los jefes guerrilleros
encontramos ejemplos
de inusitada crueldad, incluso
con su propia gente. Sirva como
boton de muestra la figura de
Jose Munoz Lozano, alias Roberto,
quien para hacerse con el
mando supremo de las partidas
que operaban en la zona de Granada
y Malaga (y con el jugoso
botin que reportaban sus acciones)
no dudo en torturar y exterminar
personalmente a sus rivales.
O la penosa historia de Nicolas
Martinez, simpatizante y
miembro de la estructura de
apoyo al maquis de Levante, que
huyo con sus hijas al monte y
hubo de ver como a las tres las
violaban sus camaradas, incapaces
de refrenar sus acumulados
e insatisfechos ardores.
SIN ESPERANZAS
Al final, con los maquis acabo la
falta de fe en el proyecto de la
oposicion antifranquista, que
prefirio trasladar el frente de
lucha del espacio aspero y sin
esperanza de los montes al
entorno mucho menos expuesto
y mas prometedor de las
fabricas. Y la puntilla se la dio la
inteligencia organizadora y la
intuicion tactica de jefes benemeritos
como el teniente coronel
Eulogio Limia, que antepuso
la labor de informacion al
derroche de plomo.
Lo que quedo fue un alto precio
en vidas, pagado por unos y otros.
Mas de 2.000 maquis muertos,
algo menos de un millar de bajas
entre los guardias. Piedad y
memoria para todos ellos. l
*Escritor, ganador del Premio
Nadal del ano 2000 y autor de
�eSereno en el peligro. La aventura
historica de la Guardia Civil�f.
El 18 de abril de 1945, a
la hora fatidica de las
cinco de la tarde, la
plaza principal del pueblo
cacereno de Mesas de Ibor,
junto a la sierra de Guadalupe,
fue escenario de un hecho atroz.
Los guardias civiles Timoteo
Perez Cabrera, Julian Jimenez
Cebrian y Sostenes Romero Flores
perdieron ese dia y a esa hora
la vida ante un peloton de fusilamiento
formado por sus propios
companeros. Su falta, por la que
se les adjudico sin juicio la pena
capital, no era otra que haber rendido
las armas ante una partida
de 40 guerrilleros, dirigida por
un tal Gacho, que al atardecer de
la vispera habia caido por sorpresa
sobre el pueblo. El guardia que
completaba el puesto, Juan Martin
Gonzalez, habia muerto desangrado
a causa de las heridas
sufridas en la refriega.
E ste acontecimiento terrible,
el absurdo exterminio de todos
los guardias del puesto de Mesas
de Ibor, condensa el horror de
una contienda en la que ambos
bandos hubieron de arrostrar
ingentes sacrificios y cometieron
actos repudiables. Iniciada
en 1939 y sostenida en sus ultimos
coletazos hasta los anos 60,
se la declararon a la Espana
franquista unas cuantas partidas
de hombres que se echaron
al monte tras la derrota de la
Segunda Republica.
MAQUIS O BANDIDOS
Los suyos los llamarian maquis
o guerrilleros, y construirian en
torno a su lucha y sus hazanas
una leyenda heroica. Los de
enfrente los reducirian a la categoria
infame de bandidos, practicantes
habituales del asesinato,
el saqueo y la extorsion de la
poblacion de las areas donde
operaban. Cuando alguien les
daba auxilio o posada, segun
sostenia la version oficial, lo
hacia ante todo por miedo y muy
rara vez por conviccion.
La verdad historica, o lo que
podemos conjeturar acerca de
Heroes para sus partidarios y bandoleros y criminales para el regimen de Franco, la guerrilla comunista no dejo
indiferente a nadie �� Acabaron renunciando a la lucha armada cuando su crueldad les dejo sin apoyos en Espana
Lorenzo Silva
no. En suma: fue una chuleria,
casi pueril, de un grupo de hombres
armados lo que desencadeno
aquella catastrofe.
Para culminarla, alli estaba
el siniestro teniente coronel
Manuel Gomez Cantos, a la
sazon jefe de la comandancia de
Caceres, quien, lejos de hacerse
cargo del infortunio sufrido por
un pequeno grupo de sus hombres,
aislados en un pueblo que
el enemigo pudo atacar con toda
ventaja, decidio cargarlo todo a
su cobardia. Y, para advertir a
su gente, no se le ocurrio nada
mejor que fusilarlos de manera
vil, ademas de completamente
irregular y delictiva, al ignorar
todas las prescripciones del
codigo de justicia militar, que
nunca amparo las ejecuciones
extrajudiciales.
DISCIPLINA EXTREMA
Su actitud, ademas de reveladora
de una crueldad escalofriante,
tambien denota las terribles
condiciones, de disciplina y
sacrificio mas alla de lo imaginable,
en que desarrollaron la
campana aquellos guardias civiles
que recibieron, y acabaron
cumpliendo, el encargo de limpiar
por completo los montes de
opositores armados al regimen.
No esta de mas hacer constar
que Gomez Cantos nunca pago
por los tres asesinatos que ordeno.
Acabo yendo a parar a un
oscuro destino burocratico, tras
un proceso en el que, por la
insistencia airada del obispo, se
le condeno solo por no haber
dado atencion religiosa a los
ejecutados.
La perspectiva del tiempo
transcurrido nos permite contemplar
a unos y otros, guardias
y guerrilleros, como las primeras
victimas de una guerra sin
cuartel. Guerrilleros abatidos
por la espalda, mujeres y ninos
de guardias convertidos en objetivo
militar (heridos, muertos o
secuestrados), civiles atrapados
entre dos fuegos y maltratados
por unos y otros. La dureza de la
lucha y de la vida en el monte
(que los guardias padecian como
sus perseguidos, cuyo modo de
vida imitaban con frecuencia,
incluso disfrazandose de guerrilleros)
llevo al heroismo y a
adquirir rasgos de alimanas a
combatientes de ambos bandos.
La ferocidad de la represion no
solo la alentaban jefes como
Gomez Cantos, de perfil rayano
en lo psicopatico, sino el propio
director general del Cuerpo
durante la mayor parte de ese
MAQUIS Y GUARDIA CIVIL:
una LUCHA a muerte
Inicio de la violencia El primer enfrentamiento entre la guerrilla y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado
se produjo en Mesas de Ibor, donde 40 maquis tomaron durante unas horas el pueblo desarmando a la Guardia Civil.
los ultimos coletazos
se prolongaron
en el pirineo
hasta la decada
de los sesenta
al igual que hoy los
etarras, el maquis
no dudo en asesinar
a los familiares
de los agentess
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